STEVE PREFONTAINE (1951-1975) LEYENDA DEL ATLETISMO AMERICANO.

STEVE PREFONTAINE, 45 AÑOS SIN LA LEYENDA DEL ATLETISMO AMERICANO. Nuestra sección LEYENDAS trae hoy la historia de STEVE PREFONTAINE. Un corredor de campo a través y fondo estadounidense que ha inspirado a generaciones de corredores en su país y más allá.

Durante su carrera, Prefontaine ganó 120 de las 153 carreras que corrió (78% de victorias), y nunca perdió una carrera de atletismo universitario (NCAA) de más de una milla en la Universidad de Oregon. Hizo cuarto en los 5.000m de Munich 1972.

 

Steve Prefontaine corriendo Cross Country. Foto: Nike.

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STEVE PREFONTAINE (25ENE 1951 – 30MAY 1975)

«Dar cualquier cosa que no sea lo mejor que tienes, es sacrificar el don que has recibido»

 

En lo mediático, marcó un nuevo empuje para el atletismo mundial: Fue el primer atleta patrocinado por Nike en 1973 y un luchador pionero por el reconocimiento del corredor profesional.

Pero sobre todo, marcó una ética de dar siempre todo, todo en carrera que ha inspirado a generaciones de ultreros y sin los que, seguramente, no se entendería hoy la forma de correr de cracks como Camille Herron, Jim Walmsley, Zach Miller y tantos cracks del otro lado del charco. Vivió rápido, murió joven, pero nos ha dejado una leyenda imborrable.

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Con menos de 24 años, mientras corría en el Oregon Track Club, Prefontaine reventó los records nacionales estadounidenses para cada distancia de 2,000 a 10,000 metros mientras preparaba los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Nunca llegó a vivirlos. El impacto popular de Prefontaine, junto con las de Jim Ryun, Frank Shorter y Bill Rodgers, creó el «boom del running» que a partir de 1976 arrancó en USA y llegó a medio mundo, dando lugar a la expansión de los grandes maratones populares. Steve murió a los 24 años, al tomar mal una curva en su coche y estrellarse contra una roca, volviendo de una fiesta con otros atletas en su pueblo de Eugene, Oregón. Cuarenta y cinco años despues de su muerte, el 30 de Mayo de 1975, hoy queremos revivir su legado para ti.

 

NACE EN OREGON

Prefontaine nació el 25 de enero de 1951 en Coos Bay, Oregón. Su padre, Raymond Prefontaine, cumplió primero como soldado del Ejército en la segunda guerra mundial antes de ganarse la vida al volver, como soldador. La madre de Steve, Elfriede había conocido a su padre en la Alemania ocupada.

Se casaron y al volver a América tambien trabajó para ayudar a la familia, como costurera. Steve era el segundo hijo y único varón, tenía dos hermanas, Neta y Linda. Toda la familia creció en una casa construida por su padre, dentro de un ambiente humilde.

Prefontaine era una persona exuberante, incluso durante sus años de formación.  En sus años de escuela, Prefontaine se apuntó a los equipos de fútbol americano y baloncesto , pero rara vez se le permitía jugar debido a su baja estatura y complexión liviana.

En octavo curso, gracias a las clases de educación física comenzó a darse cuenta de se le daban bien las carreras de larga distancia. Tras apenas dos semanas de correr una milla diaria ya era el segundo en el grupo. Este pequelo gran éxito, le hizo enamorarse del correr y se lanzó a divertirse con el campo a través.

Primeras carreras, en el instituto (1965-69)

Cuando ingresó a Marshfield High School en el otoño de 1965, Prefontaine se unió ya formalmente al equipo de cross country, entrenado por Walt McClure, Jr. McClure había corrido con el entrenador Bill Bowerman en la Universidad de Oregon en Eugene y su padre, Walt McClure, Sr., había corrido con Bill Hayward, también en Oregon. Un dato que sería decisivo en su vida deportiva, más adelante.

Los dos primeros años de Prefontaine como atleta de instituto fueron correctos, sin más, con una mejor marca personal de 5:01 en la milla en su primer año. Fue progresando pero no siquiera logró entrar en el top50 del campeonato estatal de Oregón.

Sin embargo, su entrenador recuerda que fue en su segundo año cuando su potencial en el deporte realmente se destapó. Con el consejo de Walt McClure como entrenador, Prefontaine se encargó de entrenar duro durante el verano.

Volvió para el nuevo curso como un corredor diferente y pasó como un ciclón por toda la temporada invernal de cross country. Terminó invicto y ganó el título estatal. En su último año, se fijó las metas más altas. Obtuvo un récord nacional en el Corvallis Invitational con un tiempo de 8: 41.5. Ganó dos títulos estatales más ese año después de otra temporada invicta en las distancias de una y dos millas. Steve era ya uno de los mejores corredores jovenes de todo Estados Unidos de América.

Despegue en Universidad Oregón, con Bill Bowerman (1970-73)

Unas cuarenta universidades de todo el país intentaron reclutar a Prefontaine, que recibió numerosas llamadas telefónicas, cartas y visitas directas de entrenadores. Remitió muchas de sus llamadas a McClure, quien por experiencia propia quería que Prefontaine asistiera a la Universidad de Oregón, si bien siempre sostuvo que no influyó directamente en la elección universitaria de Prefontaine, más allá de preguntarle a Steve cuanto de lejos de casa quería que estuviera su universidad.

Prefontaine decidió entonces que prefería permanecer en su propio estado y aceptó la propuesta de la Universidad de Oregon. Hasta entonces, el joven talento no había escuchado mucho de Bill Bowerman, el ya mítico entrenador en jefe de la Universidad de Oregon.

Como resultado, Prefontaine no sabía cuánto quería Bill Bowerman que asistiera a Oregon, pues este ya había seguido la carrera de Prefontaine desde su segundo año y estuvo del todo acuerdo con McClure en su evaluación de que Steve era un corredor enorme talento. Bowerman escribió que estaba seguro de que Prefontaine se convertiría en el mejor corredor de fondo del mundo si apostaba por seguir formándose en Oregon.  Aunque era una promesa un poco extraña para un joven recien salido del instituto, Prefontaine estaba deseando abordar un desafío de ese calibre

Prefontaine – Boweman funcionó a las mil maravillas:

Steve ganó cuatro títulos de 5.000 metros en pista y ganó casi todo lo que corrió en otras modalidades. De hecho, a lo largo de estos años, sufrió tan solo dos derrotas en la universidad, ambas en la milla.,

Ganó tambien tres Campeonatos de la NCAA Cross Country de la División I y cuatro títulos consecutivos de tres millas / 5000 metros en pista. Para las fiestas tambien tuvio tiempo, com miembro de la fraternidad Pi Kappa Alpha.

Bowerman y Streve, entrenador y pupilo en U. Oregon. Foto: Nike.

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Fenómeno mediático, desde los 18 años

La explosión deportiva de Prefontaine generó atención nacional, incluida la portada de Sports Illustrated a los 19 años en junio de 1970.  Se convirtió en una celebridad local, donde los cánticos de «Pre! Pre! Pre!» llegaron a ser una característica de las carreras en Hayward Field, pese a  contar con una pléyade de grandes corredores locales como rivales.

Prefontaine se convirtió a lo largo de esos años en un corredor muy agresivo, insistiendo en salir duro desde el pistoletazo de salida. Esa filosoifía de buscar liderar temprano en lugar de contenerse y dar un tirón en la última vuelta, unida a una tremenda resistencia mental al dolor le siguieron impulsando hasta que su mejor marca en la milla universitaria (3: 54.6) se quedó apenas a 3.5″ del récord mundial en ese momento.

Cuarto en los 5.000m Juegos Olímpicos Munich 1972.

Su primera Olimpiada la corrió con apenas 21 años y tuvo un significado especial para toda la familia, pues su madre era alemana y sus padres se habían conocido y casado en Alemania. Prefontaine llegó en una gran forma: Marcó nuevo récord estadounidense, con 13: 22.8 en los 5000 metros precisamente durante los trials Olímpicos de 1972 en Eugene el 9 de julio.

Cuando arrancó la final olímpica de Munich en Septiembre, Prefontaine salió a correr fiel a su estilo. Tomó la delantera en la final de 5.000 m durante la última milla, reventando así el lento ritmo de las primeras dos millas, típico en una carrera táctica donde se disputaba todo un oro olímpico. Steve corría contra una leyenda olímpica, el finlandés Lasse Viren que sumaría nada menos que cuatro oros entre 1972-76 copando los 5.000m-10.000m, pero no se amilanó.

Pasó en segundo lugar, al comienzo de la última vuelta, en la que un fantástico, Lasse Virén tomó la delantera en sobre el medallista de plata Mohammed Gammoudi. Por desgracia, a Prefontaine se le acabó la energía apenas a 30 metros de meta, cuando un gran arrerón del británico Ian Stewart desde atrás logró superarlo a diez metros de la cinta, privando así a Prefontaine de una medalla olímpica.

El primer contrato de Nike en la historia. 1973.

Sin desanimarse, Steve volvía con 22 años a los entrenamientos, abriendo un nuevo ciclo donde perseguir el oro olímpico. El fuego competitivo de Prefontaine, las tácticas de carrera valientes y el carisma inherente cautivaron a las multitudes e inspiraron a otros corredores prometedores a darlo todo en cada salida.

En 1973, dos años después del nacimiento de la marca Nike la joven compañía de calzado firmó su primer contrato de patrocinio de la historia, con Steve Prefontaine. Desde sus primeros tiempos en la Universidad de Oregón, tuvo una exposición considerable al calzado Blue Ribbon Sports y Nike (en ese momento, los productos lucían ya la marca Nike pero el nombre de la compañía seguía siendo Blue Ribbon Sports).

En el verano de 1973, los cofundadores de Nike Phil Knight y Bill Bowerman firmaron un contrato por 5.000$/año para «ayudar a compensar los gastos de capacitación de Prefontaine y aliviarlo de los ocasionales cambios de barman en la popular taberna Paddock». (Texto literal de Nike en el homenaje a su figura)

Prefontaine se familiarizó tanto con BRS y sus productos, que decidió implicarse como uno más de la empresa en la promoción. Imprimió tarjetas de visita con el título de Director Nacional de Asuntos Públicos, y comenzó a viajar por el país compartiendo consejos de entrenamiento y aliento a los atletas mientras les presentaba las nuevas zapatillas Nike.

Fue el comienzo del marketing deportivo del hoy mítico «Swoosh». La verdad era que Steve era un gran estudiante del deporte, a quien le encantaba profundizar para aprender más y más sobre cualquier aspecto técnico que mejorara su carrera, tanto como compartirlo con los otros atletas.

La lucha por ser atleta profesional,

Prefontaine también es recordado con un especial cariño entre los corredores de elite de todo el mundo por promover la idea de vivir de lo que amas. En su epoca, los atletas  estadounidenses, estaban atrapados por las reglas del corredor «amaetur» impuestas por la Unión Americana de Atletismo (AAU).

En la década de 1970, todo atleta que soñara participar en los Juegos Olímpicos debía seguir siendo un aficionado: esto es, entrenar a muerte para ser el mejor del planeta en su deporte…y ganarse la vida haciendo otra cosa.

La AAU llegó a controlar los calendarios de competición de los corredores e ingresaba la mayor parte de los fijos de salida asignados a la elite por los organizadores de carreras. En el caso de Steve, llegó a renunciar a ofertas de más de 200.000$ por convertirse en profesional, con tal de poder seguir siendo seleccionable para el equipo olímpico USA de Montreal 1976, con lo que apenas podía recibir un máximo de 3$ por día, según las reglas de la AAU.

En 1978, por fin, el Congreso de los EEUU abolió la AAU e hizo así posible que los grandes corredores pudieran vivir de su pasión por correr y centrarse en ella cada día.

Tambien quiso apoyar a atletas de todo el mundo, equipándolos con esas nuevas zapatillas que adoraba. Así introdujo la élite del deporte en una nueva época, remitiendo sin compromiso alguno sus productos Nike junto con notas personalizadas y su tarjeta de presentación, a amigos de todo el mundo.

Prefontaine envió cajas a Mary Decker en San Diego; John Walker y Dick Quax de Nueva Zelanda; a Brendan Foster en Inglaterra; y Kip Keino de Kenia.  En abril de 1975, Prefontaine envió una nota y un par de 73 Nike Bostons a un joven corredor del propio Boston, entonces poco conocido: Bill Rodgers.

Unas semanas después, Rodgers los usó en el maratón local de su ciudad. Terminó primero. Fue el arranque de una increíble trayectoria, con OCHO victorias para Rodgers entre 1975-80 en los Maratones de Boston y Nueva York, cuatro en cada una.

IMBATIDO EN LA UNIVERSIDAD

En sus cuatro años en Oregon, Prefontaine nunca perdió una carrera universitaria (NCAA) en 3 millas, 5,000 metros, 6 millas o 10,000 metros. Al regresar para su último año, terminó su carrera universitaria con solo tres derrotas en Eugene, todas en la milla.

Fue durante este año cuando Prefontaine inició su larga lucha  con la Unión Atlética Amateur americana (AAU), que exigía que los atletas que querían seguir siendo «aficionados» para los Juegos Olímpicos no recibieran pagos por las apariciones en los encuentros de atletismo y que siguieran teniendo un trabajo ajeno a las carreras del que vivieran.

 Juegos Olímpicos de Montreal 1976.

Después de su carrera universitaria en Oregon, Prefontaine se preparó para los Juegos Olímpicos de 1976 en Montreal. Mientras corría para el Oregon Track Club, Prefontaine estableció récords estadounidenses en cada carrera de 2,000 a 10,000 metros.

Su forma era en aquellos monentos la mejor de toda su vida y, con 24 años le esperaba una gran progresión por delante, con Montreal como un primer escalón para el futuro. Nunca llegaría allí…..

La última curva. 30 Mayo 1975

En 1975, un grupo de atletas finlandeses participaron en una reunión de preparación de la NCAA en Hayward Field en Eugene. El 29 de Mayo se disputó un 5k amistoso, preparatorio para Montreal 1976 que ganó Prefontaine con13m23s08, casi el ritmo de su propio record EEUU del momento.

Tras la prueba, finlandeses y estadounidenses se fueron de fiesta a casa del ex corredor Geoff Hollister. Poco después de medianoche, Prefontaine dejó la fiesta para llevar al segundo de la carrera de ese día, Frank Shorter (oro Maratón Munich 72; plata Montreal 76) a la casa de un amigo cercano, donde se alojaba.

Luego, bajando solo por el estrecho Skyline Boulevard tomó una curva a derechas demasdiado rápido. Su descapotable naranja MGB de 1973 cruzó la línea central, saltó el bordillo y se estrelló contra una pared de roca. El vehículo quedó volcado, atrapándolo debajo de él.

Un vecino fue el primero en llegar: Encontró a Prefontaine boca arriba, todavía vivo pero inmovilizado debajo de los restos. Cuando llegaron los médicos, ya era tarde. Fue declarado muerto allí mismo. La causa oficial de muerte fue la asfixia traumática.

Prefontaine está enterrado en su ciudad natal de Coos Bay en Sunset Memorial Park. Un día después de su funeral en Coos Bay, un servicio conmemorativo en Hayward Field en Eugene convocó a miles de personas. La carrera «Prefontaine Classic», se viene celebrando en su memoria desde 1975.

La Roca de Pre, durante los Trails Olimpicos 2012. Foto: Wikipedia

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STEVE PREFONTAINE: Un enorme legado.

La influencia de la figura de Steve en el atletismo estadounidense sigue siendo enorme hoy día, 45 años despues de su muerte. De hecho, es tan fuerte que explica buena parte de la peculiar forma de correr de muchos fondistas y ultrafondistas estadounidenses, educados en la pasión por dar todo lo que llevas dentro, en todo momento.

Su legado es multifacético, en lo deportivo  y tambien en la legislación: Para generaciones de atletas en todos los niveles, él encarna la filosofía de entrenar increíblemente duro y salir a la competición. Para Nike, fue tanto una musa en la pista como un pionero del marketing y los patrocinios.

Para sus compañeros corredores de élite obstaculizados por las reglas «amateur» de la AAU, Prefontaine fue un líder que ayudó a cambiar el rumbo hacia el profesionalismo. Después de la muerte de Prefontaine, cada vez más fuerzas se unieron a Nike para defender su causa, lo que finalmente condujo a la abolición de la AAU por el Congreso de los Estados Unidos en 1978.

Tal vez fue su legado más importante fuera de la pista. «Pre era un rebelde de clase trabajadora, un tipo lleno de arrogancia y agallas», dijo el cofundador de Nike, Phil Knight. «El espíritu de Pre es la piedra angular del alma de esta empresa».


Frases de Steve Prefontaine:

Algunas de sus citas siguen inspirando hoy atletas de todo el mundo.

  • To give anything less than your best is to sacrifice the gift. Dar cualquier cosa que no sea lo mejor que tienes, es sacrificar el don que has recibido.
  • Somebody may beat me, but they are going to have to bleed to do it. Quizá alguien me gane, pero van a tener que sangrar para hacerlo.
  • I’m going to work so that it’s a pure guts race at the end, and if it is, I am the only one who can win it. Voy a trabajar para que sea una carrera de agallas al final, y si es así, soy el único que puede ganarla.
  • A race is a work of art that people can look at and be affected in as many ways as they’re capable of understanding. Una carrera es una obra de arte que las personas pueden ver y sentirse afectadas de tantas maneras como sean capaces de comprender.
  • Some people create with words, or with music, or with a brush and paints. I like to make something beautiful when I run. I like to make people stop and say, ‘I’ve never seen anyone run like that before.’ It’s more than just a race, it’s style. It’s doing something better than everyone else. It’s being creative. Algunas personas crean con palabras, o con música, o con un pincel y pinturas. Me gusta hacer algo hermoso cuando corro. Me gusta hacer que la gente se detenga y diga: «Nunca antes había visto a alguien correr así». Es más que una carrera, es un estilo. Es hacer algo mejor que todos los demás. Es ser creativo
  • No one will ever win a 5,000-meter by running an easy two miles. Not against me. Nadie ganará nunca 5.000 metros corriendo dos millas fáciles. No en mi contra.
  • There are big odds against me. Nobody under 25 has ever won the Olympic five. But if everything goes right, whoever wins will know he has been in one helluva race. Hay grandes probabilidades en mi contra. Nadie menor de 25 años ha ganado los 5.000m Olímpicos. Pero si todo sale bien, quien gane sabrá que ha estado en una carrera infernal.
  • A lot of people run a race to see who is the fastest. I run to see who has the most guts, who can punish himself into exhausting pace, and then at the end, punish himself even more. Mucha gente corre una carrera para ver quién es el más rápido. Yo corro para ver quién tiene más agallas, quién puede castigarse a sí mismo a un ritmo agotador y, al final, castigarse aún más.

 

Galería de fotos, por Nike.


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