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DIAGONALE DES FOUS, DESDE DENTRO: “La hermana mayor de UTMB”
DIAGONALE DES FOUS, DESDE DENTRO: “La hermana mayor de UTMB. Nuestra secccion Ultra trail sigue con grandes aventuras por el mundo adelante.
El pasado finde corrimos estas míticas 100 Millas en Isla Reunion, con Lorenzo Prieto. Una gran carrera la suya, con meta en 38 horas, así nos la cuenta el mismo.
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ISLA REUNIÓN, DIAGONALE DES FOUS
ULTRA TRAIL 100 MILLAS.
DIAGONALE DES FOUS, EL TRAZADO
La Diagonal de los Locos es una durísima ultra única en el mundo por sus paisajes (el Parque Natural de Reunión es Patrimonio de la UNESCO). Auna el abrupto y brutal perfil de la carrera, cruzando los impresionantes “Circos” de Cilaos y Mafate – este circo da nombre a uno de los modelos de zapatillas emblemáticas de la marca Hoka One One. Pesa también la prohibición de correr con bastones para proteger ese medio ambiente, y las temperaturas extremas que se vivirán.
Este 2021, debido a un incendio ocurrido hace unos meses, se ha recortado la carrera en 6 kms y no se subirá la mítica subida a Maïdo que llegaría alrededor del km 100, por lo que quedará en 160km y +9400m. Abajo, detalle trazado Diagonale des Fous 2021.
La organización la recortó oficialmente hace unas pocas semanas por motivos de alto riesgo en la zona para los corredores. En mi opinión, alentados también por el trágico suceso en la carrera francesa TDS este agosto.
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Diagonale des Fous: La hermana mayor del UTMB
GANAN DANIEL JUNG Y LUDOVIC POMMERET. + EMILIE MAROTEUX
La Diagonale 2021 la han ganado deportivamente dos corredores, Daniel Jung y Ludovic Pommeret, que cruzaron la meta juntos tras una gran batalla en la isla. Daniel Jung se puso líder entre los kilómetros 40 y 50. Pommeret, de 46 años y segundo en la Diagonale de 2014 y 2019, fue subiendo puestos hasta juntarse a Jung en el kilómetro 108, tras unas 15 horas de carrera. Desde entonces fueron compitiendo entre ellos hasta acordar llegar juntos en el último avituallamiento.
En la categoría femenina, Emilie Maroteaux dominó abrumadoramente terminando dos horas por delante de la segunda, la francesa Amandie Ginouves. Era la primera vez que corría la distancia más larga del Grand Raid. Emilie vive en Reunión, por lo que se conocía muy bien el trazado.
MI CARRERA, COMO POPULAR
Llegamos a la isla Reunión tres días antes de la carrera. Fueron unos días relajados de visitas turísticas y un par de salidas de jogging para desentumecer las piernas tras el largo viaje.
El día anterior a la carrera fuimos a recoger los dorsales a la Mairie, en la zona del ayuntamiento de St Pierre. La cola de espera rodeaba todo el parque central. En ese sentido he visto organizaciones más eficientes, porque además hacía mucho sol, pero la permanente sonrisa de los lugareños compensaba la espera.
El jueves 21 de octubre a las 21:00 empezó la aventura. Los corredores tienen que salir y llegar a la meta con la camiseta oficial de la carrera amarilla y blanca. La salida se distribuyó por corrales de unos 500 corredores que salían cada 10 minutos. A mí me incluyeron en el primer corral. Según dijeron, el criterio seguido para situar a la gente en los corrales fue la puntuación ITRA.
Las calles de St Pierre estaban abarrotadas de gente, miles de personas animaban a ambos lados, muchos grupos tocando los famosos rouleurs, los tambores típicos de Reunión, y lo más impresionante es que pasaron kilómetros hasta no sentir el apoyo de los reunionenses.
Según el perfil de la carrera, se parte del nivel del mar y se va subiendo de manera casi continua hasta acumular +2400m en unos 40km de distancia, con muy poco descanso. Cuando estábamos por el kilómetro 20 alguien del público gritó “lLa deuxième, allez!”.
Ahí me di cuenta de que claramente debía bajar el ritmo, no podía estar yendo a la par de la segunda chica en la clasificación general. Más adelante, en el avituallamiento del km 38, me adelantaba la tercera clasificada. De nuevo me veía con un ritmo demasiado alto. Estaba claramente por delante de lo que debería.
Km49: UNA NUEVA CARRERA, MÁS TÉCNICA Y EXPUESTA
Para mí, esta carrera cambia de escenario a partir del avituallamiento del km 49. Hasta entonces es una carrera de montaña en la que se puede correr, con tramos más y menos duros, con cuidado al ser de noche, y sin muchas sorpresas en el terreno. Pero a partir de ahí la carrera cambia.
Se vuelve bastante más técnica, tanto en subida como en bajada. Continuamente había que apoyarse con las manos para avanzar. Tras llegar al punto más alto de la Diagonale (2180m, km 59), una bajada salvaje llega a Cilaos.
Esta bajada es un camino estrecho muy empinado con grandes piedras mojadas, cuerdas de apoyo, escaleras metálicas, etc. Fueron 900m de bajada en la que no se podía correr y que dejaban los cuádriceps machacados. En cierto modo me recordaba a la bajada a Courmayeur en el UTMB, pero aquí la bajada era más técnica.
Una de las cosas que me llamó la atención en los avituallamientos es que no ofrecían bebida isotónica. Tenían agua, coca-cola, sopa, y una bebida a base de malta que ellos consideran “energética”. El café, algo imprescindible en una carrera tan larga, no estaba disponible en todos los avituallamientos, lo cual también me sorprendió bastante.
KM120, DEUX BRAS: LLEGO MUY MERMADO.
En el km 120, en Deux Bras, donde se deja la segunda bolsa de vida de la carrera, llegué muy mermado física y mentalmente. De nuevo había tenido que bajar infinidad de escalones en una bajada de unos 1000 metros y estaba fundido y con dolores en las rodillas.
En Deux Bras me esperaba mi equipo de apoyo y aproveché para echarme una siesta de 15 minutos. No dormí nada pero mis piernas se aliviaron un poco y cogí algo de fuerzas para afrontar lo que quedaba de carrera.
Y esa fue la constante hasta pasado el km 130. Toda la isla está llena de escalones naturales, miles de escalones de ascenso y descenso que van machacando las rodillas. Realmente hay que venir con las rodillas muy fuertes para afrontar esta orografía.
Si a los escalones se le suman varios pasos estrechos con cuerda de apoyo e incluso alguna vía ferrata, se entiende por qué no dejan bastones en esta carrera, y se concluye que hay pocas zonas para correr, es realmente una carrera muy técnica que, en mi opinión, no tiene nada que ver con otras carreras de 100 millas que corrí como el UTMB, el Ehunmilak, y no digamos ya las carreras de Estados Unidos.
¡META DIAGONALE DES FOUS! 38h01m
Finalmente conseguí terminar en 38h01m, en el puesto 209 de los 2856 corredores que empezaron, superando el mejor de mis pronósticos.
En conclusión, una carrera original y distinta a cualquier otra que haya corrido, y ya llevo unas cuantas por todo el mundo. El paisaje único, el terreno abrupto, el calor sofocante, el ambiente criollo…hacen de esta isla y este reto algo inolvidable. Pero si estás planteándote correr esto, prepara bien y fortalece tus rodillas porque esta carrera diagonal…es de locos!!!
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