marzo
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TRAIL RUNNING PORTUGAL: ULTRA DE SICO 2022, DESDE DENTRO.
TRAIL RUNNING PORTUGAL: ULTRA DE SICO 2022, desde dentro Nuestra sección TRAIL RUNNING PORTUGAL viaja hoy a la Ultra de Sicó. Se celebra en la Sierra de Sicó y alrededores, con epicentro en Condeixa a Nova, una pequeña ciudad de 16.000 habitantes, 15km al sur de Coimbra, en el centro-oeste de Portugal.
Es una de las carreras de montaña más antiguas de Portugal (13ª ed.) y está organizada por O Mundo da Corrida, capitaneado por Eduardo Santos y Margarida Henriques, siendo un club muy eficiente desde hace muchos años.
¡Así arrancamos este Ultra Sico 2022!
TRAIL RUNNING PORTUGAL:
ULTRA DE SICO 2022. (26-27FEB)
A las distancias habituales de 15, 25, 57 y 111 kilómetros, este año se suman las 111 millas de Sicó; es una carrera no excesivamente complicada, con 3900 mD+ para los 111 kilómetros (Trail Ultra Endurance), que es la distancia en la que participaré.
Como podeis ver abajo, las altitudes oscilan entre los 69 y los 554 metros, la subida más larga tiene 440 metros de desnivel, y el descenso más prolongado, 360.
Fundamentalmente son veredas y caminos , el recorrido pasa por varios pueblos, está perfectamente marcado y además obligan a llevarlo en el reloj o móvil, hay una base de vida en el kilómetro 52, y los nueve avituallamientos son de nivel boda hindú. De los hindúes con pasta: a lo grande.
ULTRA DE SICO 2022, VISTA POR PRUDEN BERROCAL.
¿HAS IDO ANTES?. ¿POR QUÉ DEBO IR, E IR ACOMPAÑADO?.
Sí, ya he acudido un par de veces a esta carrera, a los 50 kilómetros de la primera edición, y a los 111 kilómetros de la última edición; el tiempo máximo es de 26 horas, los hice en 20:51, sin sufrir demasiado y lo pasé muy bien. Tan bien lo pasé y tan bien me trataron, que este año era inexcusable volver.
Debe usted ir porque es una carrera perfectamente organizada, logísticamente es fácil llegar, la meteorología no suele ser mala, y la zona es muy interesante. ¿Y por qué acompañado?.
Pues porque aunque usted no lo haya pensado (y mejor que lo haya hecho), su familia también merece ir por ahí de tournée, y Coimbra es una ciudad turística y culturalmente maravillosa, muy dinámica y con una vida universitaria (700 años de universidad) impresionante; los muchachos se lo pasarán estupendamente en el Portugal dos Pequeninos, y si es más cañero, en la fiesta universitaria por excelencia, la Queima das Fitas, se bebe más cerveza que en la Oktoberfest. Usted verá.
¿PERO VAS A CORRER O NO?. PRETENSIONES Y EQUIPAMIENTO
Que sí, que vamos a correr. Esta vez me alojaré en casa de unos amigos en Avelar, a media hora de la salida; a uno de estos amigos lo conocí en la salida del año pasado, fuimos charlando la carrera entera, 110 kilómetros hablando sobre lo divino y lo humano, y su familia y amigos fueron de pueblo en pueblo siguiendo la carrera; después me invitaron a su casa, le dimos un amplio y detallado repaso a la geografía vinícola portuguesa, nos reímos mucho, y son de estas amistades que se hacen en las carreras y que trascienden a la vida civil.
A priori, la idea es intentar repetir la prestación del año pasado: terminarla sufriendo lo mínimo posible, pasarlo bien, y si es posible, hacer la carrera juntos en un tiempo similar. Todo eso, y además celebrar la amistad, que es de lo que se trata. No obstante, no vengo muy allá y estoy arrastrando una molestia en la planta del pie derecho, que veremos si no me da mucho castigo.
Aunque en principio lloverá algo, no debe ser tan pestoso como el calor que pasamos en la última edición, celebrada en mayo. Como la salida es a las 22:00, la idea es salir con los bastones de bambú (carbono a un euro), las New Balance Hierro V6, mallas largas, camiseta térmica y gorro de Uglow, maillot del Grupo Desportivo de Alegrete, un chaleco cortavientos, y llevar la membrana de Uglow en la mochila, por si acaso.
Saldré con tres bidones flexibles, para no tener que parar en el primer avituallamiento y aguantar hasta el 24, en Peneda, y dejaré uno de ellos en la base de vida de Santiago de Guarda (PK 52), donde me pondré el pantalón corto de Uglow.
¡Ya estamos de vuelta!
Os avanzo un par de fotos de mi carrera, antes de poner luego algo sobre la crónica…
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Gracias por compartir. Pruden! La verdad que nunca me he puesto (aun) dorsal en Portugal, pero ya voy tardando. Verdad que aunque no tengan carreras alpinas, técnicas y demás…en su estilo si que tienen mucho donde elegir. Y algunas, bien majas.
La carrera está muy bien organizada, no en vano ya llevan 13 ediciones (y O mundo da Corrida organiza varias carreras cada año, con múltiples ediciones ya).
En principio la carrera no es muy técnica, para que os hagáis una idea es muy cerca de donde se celebra los Trilhos dos Abutres, pero cuando llueve todo se complica, y entre el cansancio previo, porque no se debe salir en una prueba así bostezando, la lluvia y las ingentes cantidades de barro, y una mala caída de mi compañero, se nos fue el asunto un par de horas, hasta las 22:45.
Por lo demás, muy buena organización, avituallamientos y señalización, imposible extraviarse -y además es obligatorio llevar el track en el reloj-, la bolsa del corredor está muy apañadita, a un precio más que asequible, y algo muy importante en febrero: tras el paso de 800 malolientes y embarrados corredores, las duchas estaban impolutas, y el agua caliente. Y eso no se paga con dinero.
¡Que hay que ir, vaya!. ¡Un must, que dicen los modernos!.
Es una prueba muy interesante, en principio no tiene grandes dificultades, pero es sólo en principio: después se nos complicó el asunto, por cansancio previo, y es que no se puede salir bostezando, por lluvia con el consiguiente barrizal, y por una mala caída de mi compañero, que no le pasó nada, pero nos llevamos un susto importante.
Con todo esto, nos fuimos a 22h45′, casi dos horas más de lo previsto, pero bueno, es lo que hay.
La carrera está muy bien organizada, ya llevan 13 ediciones, que es un número muy respetable, y en esta hubo, solo entre las 3 pruebas grandes, 800 participantes, con avituallamientos y señalización sobrados, buena bolsa del corredor, y algo muy importante en febrero, después del paso de 700 embarrados y malolientes corredores: duchas impolutas y con agua caliente, incluso para los últimos. Y eso no se paga con dinero.
La carrera está muy bien organizada, no en vano ya llevan 13 ediciones (y O mundo da Corrida organiza varias carreras cada año, con múltiples ediciones ya).
En principio la carrera no es muy técnica, para que os hagáis una idea es muy cerca de donde se celebra los Trilhos dos Abutres, pero cuando llueve todo se complica, y entre el cansancio previo, porque no se debe salir en una prueba así bostezando, la lluvia y las ingentes cantidades de barro, y una mala caída de mi compañero, se nos fue el asunto un par de horas, hasta las 22:45.
Por lo demás, muy buena organización, avituallamientos y señalización, imposible extraviarse -y además es obligatorio llevar el track en el reloj-, la bolsa del corredor está muy apañadita, a un precio más que asequible, y algo muy importante en febrero: tras el paso de 800 malolientes y embarrados corredores, las duchas estaban impolutas, y el agua caliente. Y eso no se paga con dinero.
¡Que hay que ir, vaya!. ¡Un must, que dicen los modernos!.
Sí que tienen para elegir, pero hay un enorme desconocimiento. Ciertamente en España se vive demasiado de espaldas a Portugal, no sólo en este ámbito, y es una pena.
La carrera está muy bien organizada, no en vano ya llevan 13 ediciones (y O mundo da Corrida organiza varias carreras cada año, con múltiples ediciones ya).
En principio la carrera no es muy técnica, para que os hagáis una idea es muy cerca de donde se celebra los Trilhos dos Abutres, pero cuando llueve todo se complica, y entre el cansancio previo, porque no se debe salir en una prueba así bostezando, la lluvia y las ingentes cantidades de barro, y una mala caída de mi compañero, se nos fue el asunto un par de horas, hasta las 22:45.
Por lo demás, muy buena organización, avituallamientos y señalización, imposible extraviarse -y además es obligatorio llevar el track en el reloj-, la bolsa del corredor está muy apañadita, a un precio más que asequible, y algo muy importante en febrero: tras el paso de 800 malolientes y embarrados corredores, las duchas estaban impolutas, y el agua caliente. Y eso no se paga con dinero.
¡Que hay que ir, vaya!. ¡Un must, que dicen los modernos!.