El Ocho Alpino, por Fali Coleta (512k/D+34.000m) Travesía Tor des Geants + Ultra Trail Mont Blanc del tirón en solo.

La semana pasada tuvimos las carreras del Ultra Trail Mont Blanc. Mañana arranca la Tor des Geants. Nos gusta correr y nos gusta competir, pero ante todo nos gusta estar en la montaña. Donde sea y como sea. Enlazar en solo estas dos grandes travesías alpinas, para un total de 512k/D+34.000m es un reto con el que muchos montañeros soñarían. Fali Coleta acaba de hacerlo realidad. Desde Carrerasdemontana.com estuvimos en Chamonix para recibir a Fali tras completar su Ocho Alpino y es un lujo hoy para nosotros compartir su crónica.

Ocho Alpino completado: Fali Coleta llega a Chamonix tras 534k/D34.000m en solo, minutos antes de salir UTMB 2012

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El Ocho Alpino, por Fali Coleta.

Travesía alpina en solo: 512k/D+34.000m/ Tor des Geants + UTMB.

Muchas cosas pasan por la mente cuando estamos finalizando una de las pruebas más importantes de nuestra vida… y algo así me rondó por la cabeza en los últimos kilómetros del Tor des Geants 2010. Terminaba la carrera muy satisfecho, pero… tenía ganas de más… no estaba completo. De esa forma al poco tiempo busque pruebas de 500km encontrando en el camino dos pruebas que no se me adaptaban por diversos motivos. La 555 de Argelia que al final no se hizo y la Yukón en Alaska en la que pedían hablar inglés y que aún no domino, aunque ya lo estoy preparando.

Ocho Alpino: Mapa del recorrido Tor des Geants + UTMB

Mientras yo buscaba, otra persona, Jesús García, que había estado siguiendo el desarrollo del Tor des Geants intentaba en 2011 completar los recorridos de las dos carreras más prestigiosas de los Alpes: El UTMB y el TDG. Era algo que nunca nadie se había planteado antes, ni nada parecido. Perecía algo inaúdito que se pudieran completar los más de 500km de los dos recorridos en poco tiempo y sin asistencia. Su intento no pudo ser completado por lo exigente del recorrido del Tor.

Tenía pues la puerta abierta a mi intento. Durante toda la temporada todos los entrenamientos y objetivos parciales fueron encaminados a este proyecto, y lo que es mucho más importante: estaba preparando mi mente para que se enfrentara a lo desconocido mucho más allá de todo lo que había hecho hasta ahora. Quería recorrer más de 510km con 34.000m de subidas acumuladas y otros tantos de bajadas por zonas complicadas de los Alpes. Le daría la vuelta al Mont Blanc y a todo el valle de Aosta visitando los principales gigantes de la zona, picos de más de cuatro mil metros que son los señores de los Alpes: Mont Blanc, Grand Paradiso, Rutor, Monte Rosa, Cervino y Grand Combin. Correría por todo tipo de terrenos desde pistas forestales a veredas o pedreras de grandes bloques glaciares, praderas, neveros… Además lo haría sin ningún tipo de asistencia, con toda la comida en la mochila, sin usar los refugios, ni tener balizas o señalizaciones y en solitario.

A principios del verano sufrí un gran revés en mis planes, me tenía que retirar de la Ronda dels Cims en Andorra por problemas de salud. Al principio sin saber muy bien lo que ocurría, pero poco a poco he llegado a la conclusión de que fue una respuesta orgánica el estrés excesivo al que estaba sometido por diversas causas. De ello salí con un estado de forma claramente mermado, pero con la misma determinación psíquica a completar el ocho. Habría que adaptarse y así se haría.

Por fin llegó el momento de comenzar. El martes 21 de agosto de 2012 llegaba por la noche a Chamonix donde, por sorpresa, me esperaba mi amigo Gonçalo y su encantadora familia con los que estuve cenando y que me tranquilizaron profundamente. La noche la pasé tranquilo. Pero a la mañana siguiente ya con todo preparado, justo para salir, mi nerviosismo era extremo. El reto me llevaba fuera de mis límites conocidos pero sabía que iba a por todas. No tenía opciones posibles. Lo acabaría según estaba previsto.

La salida de la plaza del Triángulo de la Amistad, en Chamonix, allí donde comienza y termina el UTMB era también mi salida. Comencé a las 10 y cuarto de la mañana del miércoles. Por delante entre ocho y diez días para completar el ocho. A la espalda más de 14 kg de mochila donde cargaba comida de sobra para 10 días, ropa de abrigo, equipo para dormir y para la lluvia, cocina, y un montón de peso en tecnología, linternas, cámara, gps, móviles… y un dispositivo SPOT, que es una radiobaliza GPS que emite una señal con mi posición cada 10 minutos, y que cumpliría dos funciones: por una parte todo el mundo podía hacerme el seguimiento, vía internet, y saber dónde estaba en todo momento, dejando así constancia externa de mi posición y recorrido. Y por otra parte este aparato lleva asociado un seguro de rescate, de manera que si pulsara el botón de emergencia, todo un dispositivo de rescate se pondría en marcha para ir a buscarme a mi última posición emitida.

Eso me daba una cierta tranquilidad en caso de accidente. Aunque a decir verdad, estaba tan entregado al objetivo, que ni siquiera me permitiría un error que conllevara un accidente y por lo tanto el fracaso. Sentía que no había opciones: Completaría el Ocho.

El primer día pasa con rapidez por los caminos del Mont Blanc, fáciles. El paso por St Gervais lo hago a mediodía a 38ºC con un calor propio de mi tierra, y que no me plantea problemas, a eso estoy acostumbrado. La subida al Col de Bonhomme, uno de los pasos difíciles del UTMB me pareció una vereda sin ningún problema, sabiendo lo que me esperaba en Aosta.  

Ultra Trail Mont Blanc, subida a Col du Bonhomme. Foto Mayayo

Ya anochecido paré a cargar agua en el refugio de la Croix de Bonhomme, ya que por ahí la zona es muy seca y no hay arroyos. En el refugio se disponían a cenar y fue grande la sorpresa de todos cuando vieron que yo me marchaba casi sin detenerme, en una noche salpicada de relámpagos lejanos. Su sorpresa e incredulidad aumentaron cuando les conté mi proyecto e intenciones, y me comentaron, como en todos los demás sitios que no sabían de nadie que hubiese hecho nada por el estilo por allí. Unas horas más tarde paraba a descansar en Lac Combal, en una noche con lluvias débiles, unas tres horas de las que dormí solo una debido a la agitación nerviosa. Había avanzado ya unos 67 km.

Courmayeur: Oficina de los Guías de Montaña.

 A mitad de la mañana del jueves, llegaba a Coumayeur. Seguía demasiado nervioso, y como si no me atreviera a entrar en el territorio de Tor des Geants, descansé allí dos horas. Físicamente no las necesitaba pero psicológicamente sí, así que me las permití y luego las recuperaría sin problemas. La primera subida del Tor, hacia el Col d’Arp ya es mucho más larga y empinada que las del UTMB pero la subo bien, según lo previsto en mi exhaustiva y detallada programación, que estudiada en frio, en mi casa, es mucho más certera que bajo la emoción de la carrera donde  los sentimientos pueden confundir a la razón.

Salida del Tor des Geants desde Courmayeur.

La bajada a La Thuile y la subida al siguiente Col de 2857m ya me van tranquilizando y haciéndome ver que desde el principio no tengo otra opción que acabar en el tiempo previsto, así que siempre hacia adelante con buen ánimo. Con el retraso de la parada de Courmayeur, no consigo llegar a la hora prevista a Valgrisenche, por lo que paro en Promoud a 1986m en una zona muy húmeda, pero donde consigo descansar unas horas.


 El viernes ya me dirigí a la zona de los grandes Cols. Primero al amanecer el Col de la Crosatie, luego el Col de la Fenetre frente al glaciar del Rutor, que tiene una bajada muy empinada pero que hago corriendo con soltura, cada vez más seguro de lo que hacía. La bajada me permite recuperar las fuerzas necesarias para afrontar la siguiente subida, el Col de Entrelor de 3002m, que también supero mejorando mi previsión, pero ando ya cansado para enfrentarme al Col Losón, el más grande y empinado, y que dejo pendiente para retomarlo al amanecer con nuevas fuerzas.

Además el tiempo se ha complicado, ya he tenido contacto con las primeras tormentas en altura. El calor acumulado durante el día se transforma en energía eléctrica con brusquedad. ¡Es impresionante! La noche la paso cerca de Eaux Rousses a 1666m, esta vez sin lluvia pues ha parado de llover después de la tormenta.

 La mañana siguiente la comienzo con la larga subida al Col Losón de 3296m. Más de 1600m de subida continua, y en la que pasé junto a un grupo de machos cabríos que no quisieron ni apartarse del camino, parecía que me consideraban como parte de la fauna en ese entorno, a solo varios metros y sin inmutarse. Las primeras horas del día me siento muy fuerte y recuperado, aunque según pasan las horas y kilómetros se va mermando esa capacidad. El día transcurriría sin grandes sorpresas. Se van sucediendo subidas, bajadas, praderas, pedreras y siempre adelante sin perder nada de tiempo.

Cerca del refugio Sogno la naturaleza me regala un precioso arco iris completo que me sube el ánimo por su gran belleza y que presagia buen tiempo. Pero duraría poco… seguidamente subí, ya al atardecer, el Col de la Fenetre de Champorcher de 2826, y allí se desató la tempestad. Un gran vendabal y la lluvia intensa que hicieron del camino un arroyo resbaladizo, pero seguía a buen ritmo. Al poco tiempo, la tormenta supero la barrera montañosa y comenzó a soltar sus descargas eléctricas a medio kilómetro a mis espaldas. Yo seguía adelante, aumentando el ritmo. Pasé junto al refugio Miserín donde ni me planteé parar a refugiarme, sentía que tenía margen y lo pensaba aprovechar al máximo. Lo mismo ocurrió al pasar junto al refugio Dondena, donde ya me había alejado un poco de la tormenta, pero a este refugio se puede subir en coche y estaba lleno de turistas ara cenar… el olor era realmente tentados. Había que seguir. Los intensos relámpagos fueron abriéndose en claros que dejaban ver una hermosa luna creciente como mi estado que cada vez sentía más cerca la posibilidad de completar el Ocho.

                El domingo 26 tendría lugar el mayor y más peligroso incidente de la carrera. Era la zona de Donnas. Una bajada de 2.400m y una subida de 2.200m ambas de grandes escalones consumen toda la energía disponible. Al subir al Col Carisey 2.124m me llevo una sorpresa: detrás de ese col aparece una llanura infinita, muy abajo, y repleta de civilización. Tuve la extraña sensación de que se me habían acabado los Alpes. Poco después subía al refugio Coda que era el centro psicológico de la carrera, aunque algo adelantado al real. Al atardecer, después de la puesta de sol y antes de encender la frontal, muy cerca del lago Vargno, al pasar cerca de un redil de cabras, de pronto un murmullo a mis espaldas, un sexto sentido que me avisa y al volverme me encuentro a un perro de unos 60kg abalanzándose hacia mis piernas sin ladrar, solo con un rugido muy agresivo. Ya algunas noches anteriores había tenido incidentes con perros pero que había resuelto a gritos y pedradas, desde lejos. Pero esta vez era diferente, era un ataque real, sin aviso previo. Mi reacción no pudo ser más violenta y agresiva. Me revolví hacia el perro atacándolo directamente y emitiendo unos sonidos propios de un jaguar, a la vez que me agachaba a coger una piedra grande, no para tirársela que no había tiempo, sino para metérsela con mis manos hasta su misma garganta. Estaba dispuesto a luchar como un animal más. La reacción fue tan violenta que el animal no se la esperaba y lo conseguí intimidar. Retrocedió y fue ese el momento que aproveché para desparecer de la zona a la vez que oía otros ladridos cercanos. Atravesé una pradera a gran velocidad, con la mala suerte de meter un pié en una madriguera de marmota. A punto estuve de romperme la pierna. Un certero movimiento de evasión, a los que estoy bien acostumbrado, me sacó de la madriguera pero no pude evitar caer de cara al suelo con el resultado de una herida en la cara que tardó casi media hora en dejar de sangrar. Pero la cara no era necesaria para proseguir hacia el Ocho, así que sin más seguía hacia adelante.

                Los siguientes días, sin grandes incidentes me permitieron admirar los gigantes de Monte Rosa y Cervino, pasando casi a sus pies, y que en TDG 2010 no pude ver por pasar de noche. Otro enfrentamiento de noche a dos mastines que no me dejaban pasar y que me obligaron a un pequeño rodeo.  Una noche muy fría a más de 2.500m junto al refugio del Grand Tournalín. Un toro joven que hizo un amago de trotar detrás de mí en una pradera, sin más. Y las ya habituales tormentas por la tarde, con poco agua y mucho aparato eléctrico. El peso de la mochila iba disminuyendo día a día, y mis fuerzas no mermaban, lo que me producía una gran sensación de placer. A cada paso mi cerebro diseñaba el movimiento para evitar impactos, tirones, sobreesfuerzos… todo como si pudiera correr con la suavidad de un bailarín de danza clásica para garantizar el éxito. El tiempo programado en las paradas para que no se desaprovechara ni un solo segundo: la colocación en postura de descanso, el preparar el batido mientras se calentaba el agua, o incluso comer el couscous ya en marcha. Todo ello diseñado con gran meticulosidad desde mi casa.

                La noche cerca de Ollomont fue una de las más tranquilas y recuperadoras. A la mañana subiendo al Col Champillón 2.709m, hice una parada en el refugio para repostar agua. Es zona de pradera sin arroyos. El encargado del Refugio era un joven muy simpático de Palencia, con el que estuve un rato charlando, ¡en español! Le acompañaba una chica italiana que tenía allí una foto mía, o mejor dicho de mi coleta de colorines, de cuando pasé por allí en el TDG 2010. De nuevo me decían que nadie había hecho algo parecido por allí. Después de bajar del Col hay uno cuantos kilómetros casi llanos antes del siguiente. Estando en esta zona se desató una fortísima tormenta eléctrica en ese col que dejaba ver unos rayos impresionantes justo en el collado. ¡Menos mal que ya había bajado de allí! Solo me quedaba el  Col de Malatrá de 2.925m antes de bajar a Cormayeur. A media tarde, con calor, manga corta y mallas cortas y para arriba… al llegar al los 2.300m se formó una nueva tormenta. Esta vez no la pude evitar. Avanzaba mirando al suelo para evitar ver las descargas en las aristas. Cada pocos segundos los vellos de brazos y piernas se erizaban, seguidos de un flash en el suelo y tremendo chasquido eléctrico en menos de un segundo. Estaba dentro de la tormenta y no lo podía evitar. A 2.500m hay un refugio y pensé parar allí, pero al llegar al cruce cesó el aparato eléctrico dejando solo lluvias y proseguí hasta el Col. El paso del Col resultó muy peligroso. Peldaños metálicos, todo muy mojado… pero al otro lado el tiempo era algo mejor y todo bajada directa hasta Courmayeur.  Tardé media hora menos en subir el col que cuando lo hice en el TDG.  A la una de la madrugada estaba en Courmayeur para descansar unas horas.

Me levanté como siempre al amanecer, pero esta vez no fue para comenzar la ruta. Al poco rato comenzaba allí cerca la carrera TDS desde Courmayeur a Chamonix por el valle de St Gervais. Y me acerqué a la salida para saludar y animar a algunos conocidos que en ella participaban. A las 7 AM me puse en marcha hacia Champex Lac. Ya estoy en territorio del UTMB. Se acabó el territorio salvaje del TDG. El cambio es espectacular. Aunque está todo muy mojado y embarrado avanzo con rapidez. El único problema es que llevo ya demasiado tiempo con los pies empapados y están empezando a molestar.

El Col Grand Ferret me parece muy fácil y la bajada hasta Pratz de Fort recuperadora. Anocheció bajo un lluvia intensa subiendo a Champex Lac, para continuar con una nevada en el paso por Bovine, uno de los puntos más difíciles del UTMB. Bajé hasta el Col de la Forclaz y allí preferí parar unas horas para darles un poco de respiro a mis pies e intentar que se secaran un poco. Además voy muy bien de tiempo.

                Solo quedan dos pequeños resaltes: Catogne y Tete aux Vents que resuelvo sin problemas entre nevadas débiles. Ya estoy sobre Chamonix. Me quedan menos de dos kilómetros y me encuentro con que han cambiado la balización respecto a lo que me indica mi gps.  En principio decido seguir la balización para hacer el recorrido de este año, pero me aleja de mi destino. Al rato cambio de opinión y vuelvo a mi traza. He metido kilómetro y medio de más sin necesidad, pero no comprendo esa balización. Ya en meta lo comprendería al saber que han recortado y modificado el UTMB debido al mal tiempo, y era para hacerlos ir a Argentiere, fuera de mi camino. Menos mal que rectifiqué.

                Entro en Chamonix a la hora prevista, una hora antes de la salida del UTMB para tener buen público. Estoy eufórico y quiero llegar. Mi gps me manda por una calle más directa que las barreras y llego a meta directamente. La organización no me quiere dejar pasar porque no llevo dorsal. Les cuento lo que he hecho y ante su incredulidad siguen sin dejarme pasar. Insisto y al final me lo conceden pero sin hacerme ningún caso. ¿Qué hubiera pasado si está lo hubiera hecho uno de ellos? Al menos la megafonía habría sonado… pero eso es otro tema. El mío es que he terminado el proyecto más ambicioso de mi vida deportiva. He completado el Ocho Alpino por primera vez. Mi alegría es inmensa, y debo estar tan cargado de endorfinas que no me siento cansado, ni me duele nada. Tengo la mejor de las sensaciones. Estoy repleto de felicidad. ¡Es increíble! Todo el ingente esfuerzo físico y mental ha dado sus frutos. En la meta me esperan mis amigos Carmen, Jose Ángel, Gersi Germán, entre otros. Y justo ahí comienza mi recuperación. La autosuficiencia ha terminado y Carmen me espera con un bocata de Jamón Ibérico de Bellota y una cerveza ¡El mejor premio!

  Después de depurar y organizar los datos en total han sido 519km aunque esperaba 511km de la suma de los dos recorridos reales. La diferencia es por los numerosos rodeos para evitar perros o ganadería y algunas fincas privadas cerradas. El desnivel:  33.907 m de subidas y 33.907m de bajadas. Todo ello en 9 días y 7 horas y durmiendo una media de 4 horas y media. Consumí unas 22.000 calorías transportadas en la mochila y aún así adelgacé tres kilos. La única secuela ha sido una satisfacción tremenda y la sensación de perfecto equilibrio entre cuerpo y mente.

Siempre iré allá donde el corazón me lleve,

pero será mi cabeza quien me guíe.

 Fali

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OCHO ALPINO: FALI COLETA ENTREVISTADO POR MEMPHIS 

Desde Carrerasdemontana.com hicimos un gran esfuerzo este verano por cubrir en vivo las dos grandes ultra trails de referencia en Francia. Primero estuvimos en el Grand Raid Pyrenees, despues cubrimos el UTMB en vivo. Ser testigos de la llegada de Fali a meta, completando su Ocho Alpino fue una de las grandes alegrías de nuestro viaje. Aquí la entrevista que Memphis pudo hacerle en aquel mismo momento. 

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EL OCHO ALPINO: Video integral por Fali Coleta. (50min)

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OCHO ALPINO: TOR DES GEANTS Y UTMB. Galería de fotos.

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MÁS INFO DE CARRERAS POR MONTAÑA Y ULTRATRAILS…

Algunas experiencias en los principales ultratrails completados en los últimos años.

Calendario 2012 de carreras por montaña: Del Guadarrama a los Alpes.

Nuestra sección dedicada al material de trailrunning: Mochilas, cazadoras, zapatillas

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Info recopilada por Mayayo para Carrerasdemontana.com